1.- Al freír los alimentos se pierden las vitaminas
Es medianamente cierto. Se pierden algunas vitaminas, pero no todas.
Sólo se destruyen las termosensibles como la vitamina C. Además, algunos aceites como los vegetales con fuentes de vitaminas.
2. -Todas las frituras contienen colesterol
No es cierto. El colesterol siempre depende del aceite con que se fría.
El colesterol dañino proviene de los aceites de origen animal y no vegetal. Los alimentos fritos con el aceite vegetal hacen que el cuerpo reduzca la absorción del colesterol, debido al alto contenido de antioxidantes de este tipo de aceite.
3. -Las frituras engordan
Esto es algo que no podría ser desmentido por nadie. Sí, engordan, pero siempre y cuando se coman en exceso. Una dosis moderada de frituras no tiene porqué engordar.
4. -Es malo freír en el mismo aceite
Muy malo. A medida que las usadas aumentan, el aceite tiende a volverse más espeso y más absorbible. Es decir, la comida absorbe más el aceite utilizado varias veces.
5. -Hay que eliminar el aceite en el que se frió pescado
Sí, sobre todo si se trata de pescados azules, aquellos que contiene más de 5% de grasas, como el atún o la sardina. La grasa que libera este tipo de pescados afectan negativamente al aceite.
Les he preparado esta infografía sobre la pérdida de nutrientes en los alimentos cocinados en la que expongo de forma esquemática tanto las causas que provocan la merma de nutrientes, como el grado de vulnerabilidad de los distintos tipos de vitaminas en función de los principales factores que intervienen: la temperatura y el tiempo de cocinado, la exposición al aire y la exposición a la luz.
El siguiente gráfico pone de manifiesto la alta incidencia
tanto del cocinado en sí, como del resto de factores analizados, en
la disminución, en especial, de la vitamina C y el ácido
fólico en los alimentos. A estos habría que añadir
también la clorofila, las proteínas solubles, el azúcar, etc.
A pesar de la sencillez de la infografía, la
pérdida de nutrientes de los alimentos al ser cocinados es un
fenómeno altamente complejo, en el que inciden multitud de
variables.
Aparte de la exposición a la luz, la exposición al aire
(oxidación), los tipos de corte y el tipo y tiempo de cocinado, las
vitaminas de los alimentos son vulnerables en mayor o menor grado al
pH (neutro, ácido o alcalino) del resto de fluidos
con los que entra en contacto durante el cocinado.
Por otro lado, hay un factor clave en la pérdida
de vitaminas y minerales de los alimentos durante el proceso de
cocinado, relacionado con la solubilización en los líquidos
del procesado.
Además, antes de llegar a nuestras
cacerolas, los alimentos son sometidos a un largo proceso de
manipulación, transporte y conservación, que ha de ser óptimo para
que los nutrientes no se vean afectados de forma drástica.
En cuanto a las formas de cocinar los
alimentos, me ha parecido especialmente interesante este
análisis
publicado por el Departamento de Horticultura de la Universidad de
Zhejiang (China) basado en el análisis de la pérdida de
nutrientes de un brócoli sometido a diferentes procesos de cocinado,
en el cual se pone de manifiesto la idoneidad del cocinado al
vapor para una mayor conservación de la mayoría de los
nutrientes, seguido del cocinado en microondas (debido a la
disminución del tiempo de exposición al calor) , el salteado, el
hervido y el frito; en este orden.
No obstante, hay que tener en
cuenta que determinados minerales y vitaminas reaccionan mejor que
otros a según qué procesos de cocinado.
Consejos para conservar los nutrientes de los alimentos:
Como ven, el tema de la absorción de nutrientes
en el proceso culinario, es bastante complicado, aunque está
demostrado que, en general, los alimentos pierden gran cantidad de
vitaminas y otros nutrientes al ser troceados, y al verse expuestos
al aire, a la luz y al calor durante más o menos tiempo.
No
obstante, en general, de todo lo leído, he sido capaz de extraer los
siguientes consejos para retener el mayor de nutrientes en los
alimentos:
· Siempre que sea posible, conviene comer
verduras y frutas crudas de forma regular.
· Consume los alimentos en un plazo lo más breve
posible desde su compra. Piensa que desde que un tomate es arrancado
de la mata, hasta que llega a tu casa, pueden haber pasado varios
días.
· Conserva los alimentos en lugares adecuados.
Las frutas y verduras necesitan ambientes frescos.
· No expongas las verduras a la luz ni al aire
una vez peladas durante mucho tiempo.
· Trocea las verduras y frutos en pedazos
grandes, con el fin de que las vitaminas de éstos no se
pierdan por su exposición al aire.
· Cocina al vapor antes que
cocer.
· Puestos a cocer, usa la menor cantidad de agua
posible y aprovecha el líquido resultante.
· Si cueces una verdura y el caldo
resultante no lo vas a utilizar para esa receta, guárdalo para
usarlo en la elaboración de una sopa, crema, etc.
· No sobreexpongas nunca un alimento al calor de
forma innecesaria. Cocina lo justo, el tiempo justo.
· Evita freír los alimentos en la medida de lo
posible. A parte de los efectos del calor, la absorción de
grasas también afecta en la transformación de los
alimentos.
VISITANOS EN FACEBOOK Y YOUTUBE
No hay comentarios:
Publicar un comentario